Transcurría el mes de setiembre cuando arribamos a Oruro, mientras que el crepúsculo semejaba un telón de fondo para un enorme símbolo de la minería, columna vertebral de la actividad económica del lugar que se desarrolla en socavones hechos en las entrañas de la tierra. Aquí el clima es seco y ventoso. Logramos un hotel ubicado frente a la plaza céntrica…y en nuestra habitación  del 8º piso, soplaba fuerte y constante el viento que penetraba por los intersticios de las ventanas corredizas y conjugaba un extraño silbido, causando por la noche la sensación fantasiosa en la imaginación esotérica. Sin embargo, durante el día, y pese  a la continuidad del fenómeno, renacía la calma  en el animo y entonces todo era normal.

 A la mañana siguiente bajamos a desayunar y tan pronto como pudimos nos lanzamos a recorrer la ciudad, comenzando por su plaza principal; más tarde vistamos el Faro de Conchupata;la Virgendel Socavón; la zona donde se realiza el Carnaval, declarado “Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible dela Humanidad” por la UNESCO, en el 2001; algún obraje y, finalmente, regresamos al centro.

 Nuevamente en la plaza principal, vimos que desde ahí nacía por una calle y, en ella, un verdadero mercado persa de grandes proporciones que se extendía por varias cuadras. Iniciamos el recorrido entre tienda y tienda, eran pequeñas e improvisadas, donde ofrecían los más diversos productos que una frondosa imaginación podría concebir; desde indumentaria en general, además de prendas íntimas femeninas, masculinas, cartas de tarot, bolitas de vidrio multicolor ( las cachinas, para ellos), artículos de masaje, afrodisíacos, arneses para animales, alimentos, literatura oriental…Algo teníamos que comprar, evidente, por eso me animé a invertir en bolitas para mis hijos, y tal vez recordando mi infancia. También quise obsequiar a un grupo de veteranos que algunas veces me invitaron a jugar al truco, por eso compré un naipe apropiado y muy vistoso.

 En la jornada siguiente emprendimos hacia Potosí y una semana después llegamos a nuestros hogares. En consecuencia, en breve visité a los muchachos  de la timba y luego de saludarlos, muy eufórico entregué el presente con la aclaración siguiente: “este  viene de Oruro”. Y ellos festejaron  el acontecimiento con un aplauso y a continuación abrieron la caja con avidez, pues había que estrenar tan raro obsequio; y fue grande la sorpresa porque luego de repartir las cartas a los seis participantes en el juego, tres se mostraban exultantes al mismo tiempo y pronto se descubrió la razón: los tres tenían  sendos ases de espada. Sonaron  las carcajadas unánimes y las cargadas fueron la rúbrica, que se proyectaron en el tiempo.

 Oruro, fue fundada el 1 de noviembre de 1606, cuando ya tenía 15.000 habitantes, entre los que había españoles, criollos, negros e indígenas: uru, quechuas y aymaras. Se ubica a 3.750msnm y es la 6º ciudad más alta del mundo. La minería es su principal actividad y la mina de estaño  “La Salvadora” fue la más importante del mundo, ahora agotada. En el mes de febrero, de cada año, se realizan las mayores actividades culturales que, junto al Carnaval, convocan  a turistas locales y extranjeros