Fundada en la ribera norte del río Támesis, alrededor del año 43 d. C., por lo romanos que la denominaron Londinium. La actual City era el centro geográfico de la antigua población, y todavía conserva algunos vestigios de sus límites medievales; por ejemplo, restos de murallas defensivas.

Ahora es una ciudad muy cosmopolita, formada por numerosas etnias, con sus propias culturas y religiones. Sin embargo, el estilo de vida que impera en todo lugar y en cada detalle de comportamiento, es marcadamente local; es decir inglés, por la connotación nacionalista a ultranza y el sentimiento individual que manifiesta un verdadero culto por las tradiciones de su pueblo; inclusive, el  sector urbano luce limpio, ordenado y extremadamente progresista. Su población supera los 14.000.000 de habitantes, incluyendo el Gran Londres.

Además, la City (también llamada Square Mile), es el principal centro bancario del mundo y donde se realiza el mayor caudal de negocios en Europa. Más de ciento diez de las quinientas empresas de máxima importancia en ese continente, tienen sede en Londres; mientras que el mercado de cambios es el más grande del mundo, pues supera en el volumen de transacciones a Tokio y Nueva York. En turismo, es la más visitada del mundo, y sólo superada por París.

 Transporte

 Aéreo; posee seis aeropuertos. El de Heathrow, a 24km del centro de la ciudad, opera el mayor tráfico internacional de pasajeros de toda Europa.

Ferroviario; cuenta con más de cincuenta estaciones, distribuidas por la superficie urbana.

Metro (the underground o the tube); tiene 274 estaciones, asignadas en doce líneas y dispone de 408km de recorrido; la frecuencia es de 2 a 5 minutos y el pasaje cuesta 4 Libras esterlinas.

Taxi; están los famosos “black cab”, realmente son un símbolo londinense, con hasta cinco asientos para pasajeros; y el costo, en promedio, es de 3 Libras por cada diez cuadras.

 Un lugar para establecernos

Recomendamos el alojamiento en Earls Court, bonita zona residencial, con muchos hoteles de mejores precios; por eso elegimos uno en la calle Lillie Road, donde me asignaron la habitación número 847; ya instalado cómodamente en ella, observo a través de grandes ventanales la maravillosa uniformidad arquitectónica de las viviendas; además, todas parecen recién pintadas. Y allí nomás en ese panorama, surge imponente el estadio del Chelsea Football Club. Estamos a unos 7km del centro de la ciudad.

 Pienso en mañana, porque bien temprano iniciaremos una larga caminata; para ello, desde este sitio, conviene tomar el Metro, línea “verde”, o en autobús sería con las líneas 15 y 74, para arribar a la zona del Tower Bridge, donde  empieza realmente nuestro fascinante paseo.

 Todo esta en orden, por eso me siento feliz y, también, muy cansado por los tres aeropuertos y el trajín propio del viaje durante más de veinte horas. Por hoy, nada resta esperar, y sin darme cuenta me quedé dormido.