Las fiestas de fin de año nos convocan nuevamente. Y el punto ideal para celebrar tales acontecimientos, es allí donde los instantes transcurren en reunión con la propia familia, la cual podría extenderse con  amigos, en especial aquellos que suelen estar presentes en el recuerdo de las cosas trascendentales  que nos tocó vivir.

Es natural que estas  fiestas generen  momentos en que la emoción supera a  la razón. Sin embargo, entre tantas cosas, es oportuno nutrir la voluntad encaminada a perdonar los agravios personales y, del mismo modo,  olvidar inconvenientes fastidiosos   que el destino puso en nuestra senda diaria, para que la alegría, unida a la tranquilidad de conciencia, sean dueñas totales de nuestro pensamiento. Y así,  espontánea será la memoria clara y apasionada de muchas cosas lindas que son patrimonio de nuestra vida, y en este espacio de tiempo, seguro que se agregarán algunas  personas que ya no están, y  fueron dulces protagonistas en nuestros años felices. Más las que nos trajeron al  mundo.

En otro orden, es tiempo de cerrar un capítulo más de Nexo Cultural, cuyo conjunto abarca  un total de 160 temas  diversos, donde también creo meritorio  destacar la   participación de lectores a través de numerosos comentarios realizados en el mismo blog o en el sitio de twitter.   De igual forma corresponde vincular  resultados de mi  intervención en otros recintos de cultura, sean gráficos o de web, tales como “Vive Toscana”, por ejemplo. En consecuencia,  con solo pensar que si es importante el caudal de amenidad asociada en cada tema, el resultado fomentará el interés que cautiva   al lector. Y de esta manera se cumpliría el mayor anhelo literario.

Para finalizar, en  las próximas reuniones festivas, invito a brindar por la vida, la salud, el progreso personal y la paz en todo el mundo ¡Feliz Navidad! ¡Feliz año Nuevo! Además, mi esperanza es que, en el 2016,  nos volvamos a encontrar como de costumbre, y en este mismo lugar.