photo_8f44c4b9_0410_3f38_df13_3a6b46ef8918Creo que el mayor rasgo se funda en su enorme talento, pero aquí no me refiero a la capacidad histriónica únicamente, sino que también es  preciso destacar la sensibilidad natural  de Roberto Gómez Bolaños para comprender que es posible generar humor desde la pureza del alma, fundada siempre en la inocencia  del personaje principal de cada  obra. Y de este modo logró cautivar un público sin fronteras de edades ni de países. Cuyo propósito incluía, además, el respeto hacia el auditorio de  todas sus producciones que recorrieron el mundo, y tal vez seguirán con el mismo impulso sin límites de tiempo. Ojalá que así suceda pues sería un verdadero homenaje al  buen gusto y a la protección de los valores  universales,  aquellos que fortalecen espontáneamente la dignidad de los usos y costumbres en cualquier parte del planeta. Al respecto afirmaba Albert Einstein: “Sin una cultura ética no puede haber salvación para la humanidad”.

Roberto Gómez Bolaños, más conocido como “Chespirito”, su nombre profesional, mote originado por la escasa estatura, apenas superaba el metro con sesenta centímetros, y en su proverbial genialidad, en alusión a William Shakespeare. Estudió ingeniería mecánica, pero luego abandonó para dedicarse de pleno a la creación publicitaria, la cual le permitió vincularse con la televisión y la radio, donde evidenció ser un guionista muy activo. En 1960 inició la carrera de actor, no obstante dedicó su mayor empeño a escribir diálogos para distintos programas de la televisión y radio mexicanas e, incluso, intervino en algunas películas.Fueron tiempos en que asoció el personaje denominado “Chespirito”, posteriormente siguieron el Chapulín Colorado y un año más tarde el Chavo del Ocho. En el transcurso del tiempo, agregaría múltiples personajes. Fue actor, comediante, compositor, escritor, guionista, director y productor de televisión; además, realizó su debut escénico como “Don Juan”, en la obra titulada “Dos locos en escena”. Falleció a los 85 años de edad.

Mérito es  mencionar inclusive que este  Autor, siempre contrarió expresamente  las “transgresiones” y sus estilos de moda, los cuales suelen basar el éxito, durante el último decenio en especial, con propuestas vacuas, groseras y plagadas de desvalores  expuestos con palabras e imágenes emitidas desde algunos medios de difusión masiva, las que, a veces, también hieren la naturaleza humana.

Sin embargo, esa avalancha arrolladora que va creando ciertas tendencias de actualidad, sustentadas generalmente en el comercio, Gómez Bolaños exhibió una pulcritud cultural que  cuidó con esmero  para elaborar todas sus propuestas y por más de 4 décadas. En consecuencia, desde ese escenario, justo sería colocarlo en el podio de la historia. Además, cabe destacar que sus obras se disfrutaron en casi todo el mundo, y también merecen que las nuevas generaciones  no pierdan la oportunidad de sentirse cautivadas por la genialidad de este creador.

Tal vez, viendo a Chespirito, en cualquiera de sus obras, uno no se desternilla de la risa, pero seguro que lo invadirá la sensación de bienestar anímico, capaz de proporcionar un lindo instante que  permanecerá en el recuerdo y, por ello, no resulta extraño   sentirse tentado  por volver a  deleitarse con cualquiera de sus presentaciones,  como si fuera la primera vez. Incluso  sin importar de cuántas ocasiones las haya visto antes. “Sólo a una pequeña minoría le es dable fascinar a su generación a través del humor y la gracia”, aseguraba Albert Einstein.