En este breve espacio consideraremos la capacidad de darse cuenta, de cada persona, aplicada en desarrollar y adecuar los usos y costumbres que definen primero el comportamiento individual y, luego, por suma, la conducta de una sociedad.

Entonces, con el propósito de crear las condiciones necesarias para allanar los vicios en los usos y costumbres, en primer lugar, corresponde comprender cuál es el aspecto a mejorar; en segundo lugar, debemos expresarlo públicamente, en forma clara y persuasiva, por los medios y en los momentos razonables. Y a no flaquear jamás, pues en este segundo tramo debemos vencer la natural actitud conservadora de la personas, las mayores por resistencia al cambio y las jóvenes por rebeldía. No es  fácil que el destinatario conciba una crítica constructiva en lo inmediato; pero no importa, porque ya lo sabíamos de antemano y estamos intentando despertar la conciencia  para un cambio de comportamiento.

Por consiguiente, al mejorar o adecuar nuestra conducta individual, contribuiremos de la misma manera a elevar la valoración de los usos y costumbres del pueblo que integramos; y con ellos, nos dignificamos hacia adentro, es decir, en el orden doméstico y esto nos jerarquiza, también, hacia fuera  en la consideración de otros pueblos del mundo. Todo proceso de cambio cultural suele ser lento, tanto es así que podríamos presentirlo con una longitud de generaciones; y el valor del mismo estará destinado, en lo inmediato, a mejorar la calidad de vida y más allá será patrimonio cultural que legaremos a nuestros descendientes. Y esto, de por sí, ya es muchísimo.

Esta tarea “docente” que realizamos a través de la palabra y con el ejemplo, puede tener muchos escollos; pero vale la pena emprenderla. Y si dimensionamos el defecto de comportamiento y la misión de mejorar, hasta podremos ahuyentar la indiferencia o el desgano con las palabras de  Martin  Luther  King: “Es tan aborrecible la acción del que obra mal, como el silencio de los justos”

Los vicios culturales practicados desde el Estado, en todos sus niveles, se potencian; pero es verdad que también  las soluciones se potencian.

Finalmente, como asignatura a resolver, exponemos un tema serio y denominado: “la viveza criolla”; cuyas implicancias abarcan aspectos sociológicos, económicos y culturales, tanto en el orden interno, cuanto más allá de las fronteras de nuestro país. Luego volveremos por este tema y en  ese momento intentaremos explicar su origen y consecuencias.