En este momento nos impulsa el deseo de exponer algunas situaciones poco comunes y sin poder explicar sus razones con demasiada claridad. Todo sucedió en Chile, y no hace mucho tiempo; de allí seleccionamos algunos  hechos más llamativos y los ubicamos de manera cronológica, con el fin de que el lector pueda comprender mejor el presente relato:

 -Allá, en la bella y lejana ciudad de Puerto Montt, en el año 1988, vimos en el escaparate de un pequeño negocio, un producto que parecía raro, muy raro; y era una caja de cartuchos para escopeta calibre 16, marca Orbea e industria argentina. Éste fue el único producto nuestro que  divisamos en el amplio sur trasandino y en aquel momento. Luego, con el paso del tiempo aumentaron las transacciones comerciales con nuestro país; pero siempre nos mantuvimos muy por debajo del volumen operado entre Chile y Brasil, por ejemplo ¿No podríamos revertir esta situación y ser, en consecuencia, nosotros los que más vendemos a Chile?  Las razones estratégicas nos favorecen decididamente y las otras sería cuestión de acomodarlas mejor.

 -Apenas comenzaba el año 1990 y en Viña del Mar visitamos una agencia de automóviles denominada “Cartoni & Cartoni”, con representación y ventas  de los vehículos marca “Lada”, de origen ruso; cuyo país compró a la Fiat la patente de fabricación del modelo “125”. Y este auto fue el más vendido durante el año anterior; en verdad, con este hecho, quedamos bastante confundidos porque, pese a la política reinante, se cumplía un postulado básico de la economía social. Sí, la economía al servicio del hombre.

 -El régimen de facturación y registración implementado en la Argentina, por Resolución General 3419 del año 1991, fue copiado en el país trasandino, el cual lo aplicaba desde varios años atrás. Una verdadera muestra de avanzada legislativa para el ordenamiento económico ¿Verdad?

 -Transcurría el año 1995, cuando un modelo de auto, simbolizado por el “león”, con presencia numerosa en las calles argentinas y que en 1969, en la Feria Internacional de Alemania, fue elegido como “auto del año”; durante un breve período el 504 se vendió en Chile, y su precio, expresado en dólares, era un 45% más barato que enla Argentina. Creemos que vale la pena explicar la estrategia del mercado chileno en este caso: ellos nos compraban las autopartes del vehículo mencionado; luego lo armaban en la zona de San Felipe; pero no todas las piezas nos compraron, pues las fabricadas con poliuretano, por ejemplo, las adquirían a los brasileños y éstos no tenían el “león” en su territorio; sin embargo aprovecharon el negocio.

 Por último, estamos convencidos de que  las situaciones recién  comentadas son difíciles de aceptar y casi imposibles de digerir. En tal caso, para compensar sentimientos, recomendamos visitar nuestro espacio de Humor.