Mié 2 Mar 2011
Contra la Naturaleza, no
Posteado por Carlos Evasio Maggi en Pensamientos
[16] Comentarios
En el sentido funcional, la vida es simple, pues fluye naturalmente en la existencia misma y también espontánea debería ser la acción de vivirla. Sin embargo, para lograr esta simplicidad, es necesario no desconectar nuestro comportamiento de la naturaleza, porque somos parte de ella y, por lo tanto, inseparables, dado que nacimos para ser un conjunto indisoluble.
Algunos usos y costumbres nos alejan de la naturaleza porque la vida moderna impone muchas condiciones que impulsan a las personas por un camino de desnaturalización creciente y a ellas son: excesiva aglomeración poblacional, violencia social, deterioro de los valores primordiales en la naturaleza humana, tiempos que no alcanzan y largas distancias a recorrer en cada jornada, más el bombardeo publicitario de modelos y productos que para muchos son inalcanzables, con el consecuente deterioro de la autoestima y la tentación en aumento de abandonar el camino correcto para lograrlos, porque solo con el trabajo no basta, sumadas las experiencias sociales y culturales de acumular bienes, más que afectos, o emplear éstos, como pretexto, para lograr más bienes todavía.
Incluso algunos medios de comunicación que tienen enorme incidencia en los valores y conductas humanas, con frecuencia y por motivos puramente comerciales difunden hábitos que degradan los parámetros del pudor, el buen gusto y la privacidad de los actos, consideración que incluye también, y en otro orden, la alimentación inadecuada, el deterioro en las relaciones de parejas, la escasa solidaridad, el breve tiempo destinado a la armonía social y la extrema avidez por tener, más que ser. En consecuencia, de a poco se va formando “otra” cultura, cada vez más alejada de la naturaleza.
Jamás deberíamos tomar distancia de la naturaleza, porque en algún momento de nuestras vidas pagaremos un desagradable costo orgánico y emocional, el cual será proporcional a la lejanía establecida. Y mucho menos destruirla mediante agresiones constantes y sostenidas en el tiempo, por ejemplo: valerse de centrales nucleares para generar energía eléctrica o fabricar explosivos de esa índole con propósitos bélicos. Además del uso de energía no renovable y que deteriora el ecosistema, tales como el carbón y petróleo, inclusive la deforestación irracional, los incendios intencionales de montes y campos, la actividad minera realizada sin medir el impacto ambiental, sumados la contaminación del agua con derrame de residuos tóxicos en su caudal, la fumigación con productos seriamente cuestionados, los transgénicos, el uso de elementos no biodegradables, entre otras el plástico, las pilas, etc. Ah, y en este instante también me refiero a la simple quema de neumáticos en las manifestaciones sociales de protesta ¿No habrá un procedimiento limpio y civilizado que la pueda reemplazar? Porque de continuar con estas prácticas es como agujerear el casco de nuestro barco, precisamente cuando estamos todos juntos navegando en medio del océano.
Y cuyas consecuencias generales, entre otras, son: el paulatino calentamiento del planeta, deshielos, aumento del nivel de los mares, variaciones climáticas graves, por ejemplo, huracanes, tsunami, inundaciones, terremotos, desplazamientos de tierra, incluso la disminución de la capa de ozono y el incremento de la polución, enfermedades oncológicas originadas en la radioactividad, trastornos respiratorios serios por la reducción de la fotosíntesis y por la contaminación del aire en múltiples formas, etc. Por todo esto deberíamos meditar y evaluar, al intentar un acto de degradación, el efecto acumulativo y sus resultados, ya que la naturaleza, como un todo, es tan poderosa que no solo sobrepasa nuestra imaginación sino que su fuerza, por ser infinita, nos convierte en hojarasca del firmamento. Por esa razón respetemos y cuidemos la naturaleza que ella nos devolverá calidad de vida en perfecta sintonía. Por consiguiente, a partir de este juicio estaremos dignificando el presente y, sobre todo, el futuro de nuestros hijos. Por último, creo útil citar una genial afirmación del filósofo holandés, Baruch Spinoza: «Cualquier cosa que sea contraria a la naturaleza lo es también a la razón, y cualquier cosa que sea contraria a la razón, es absurda».
Excelente nota sobre el medio ambiente…debemos preocuparnos por nuestra casa «NUESTRO PLANETA», si no lo cuidamos entre todos este seguira cayendo… Gracias Carlos!!!!
Hola
Es impecable tu exposición( y mucho más aún, tu intención), porque concilias causas y efectos de manera muy sencilla y breve.
A mi entender, hay tres clases de depredadores;unos, por tontos; otros, por maldad y, finalmente, estan los que sólo les interesa ganar más dinero.
¿Alguna vez comprenderán estos depredadores que la Tierra es el hogar de todos? Saludos.
Estoy viendo con mucha trizteza cómo se queman los bosques del Parque Nacional Lago Puelo. Y este siniestro fue provocado intencionalmente; pero qué novedad, si sabemos que el 99% de los incendios de montes, campos y montañas son intencionales ¿Y la Justicia qué hace? ¿ O no tienen leyes rigurosas para aplicar? Porque de continuar así, nos veremos obligados a convocar al Chapulín Colorado. Un abrazo.
Espero vivir pronto el día en que los Estados tomen medidas drásticas para defender la naturaleza, a partir de que comprendan los Gobiernos que la vida debe estar por arriba del dinero. Y en cuanto a los «particulares» adhiero a la clasificación de Horacio; y a éstos, o se abstienen voluntariamente o,señor Juez, por favor, métalos en cana y no, precisamente, por «dos días». Te felicito Carlos.
Vivo en la zona rural, y me horroriza dia a dìa ,observar el atentado contra la naturaleza a traves de la tala indiscrimi-nada de àrboles, para ganar terreno en la siembra, sin tener en cuenta que favore-cen a las inundaciones,y a la extinción de las especies de la flora y la fauna.
¡ que distinto sería todo si… pensarán como usted, carlos.
Lo felicito por su accionar.-
La naturaleza es un bien común que nos sostiene y pertenece a todos por igual. Sin embargo existen flores de vivillos que, concubinados con muchos gobiernos, disponen de nuestra naturaleza como si fueran los patrones absolutos, a los cuales sólo les interesa la plata, y lo hacen con tanto fervor; tal vez pensando que vinieron a este mundo para quedarse por siempre y en calidad de propietarios del planeta ¿Nadie les habrá hecho comprender que en el futuro serán nada más que polvo cósmico y sin un «mango» en el bolsillo?
Comparto totalmente el comentario de José Antonio,porque me parece descarnadamente certero. Ojo, con la naturaleza no se jode… Y recuerden los humanos que los animales no agreden el ecosistema sino que, por el contrario, lo cuidan y viven en admirable armonía con el espacio.
Me alegro al ver que la gente, cada vez más, esta tomando conciencia de que debemos proteger a nuestro planeta.Pero aún falta, en gran medida, el otro componente, representado por los gobiernos, muchas veces comprometidos con los poderosos intereses económicos.Entonces, debemos hacerles entender que, por ese camino,pude ser muy buen negocio para ellos; pero sólo en el corto plazo, porque a la larga perderemos todos. Un abrazo.
Hola Carlos, es increíble que todavía no tengamos leyes rigurosas y jueces enérgicos para aplicarlas; además de gobiernos comprometidos. Pues es necesario pensar que la «salud» de nuestro planeta tiene el «valor vida»; pero no una sola vida, sino millones y millones de ellas, tanto de seres humanos, como de animales y vegetales. Gracias.
Pobre gente, los habitantes de Japón, que desgracia enorme la que les toca vivir; con efectos irradiados a otras partes del mundo. Pero leamos nuevamente tu escrito y en él veremos que su contenido es un verdadero anticipo de lo recién acontecido ¿Ahora, con este cataclismo, comenzaremos en serio a cuidar el planeta todos juntos y sin excepciones? Un abrazo y te felicito por todo lo que desarrollas en este blog.
Leí «El Autor», y ví que sos cont. público, estud. de ingeniería y escritor; pero nada de medicina; sin embargo, escribís con pleno conocimiento de las cosas. Y te digo esto porque haces referencia a la relación entre la energía nuclear y las enfermedades oncológicas.Sí, es verdad lo tuyo, ya que un grupo de especialistas de un famoso Instituto médico de Massachussets, definió,con algunas dudas aún, que la radioactividad es la principal causa en producir leucemia, aparte de múltiples trastornos genéticos.Además¿Sabías que la eminente investigadora Marie Curie, Premio Nobel, trabajaba con la radioactividad y falleció por leucemia? Saludos.
Qué tal, Carlos. Insertabas tu escrito en el blog, cuyo título es «Contra la Naturaleza, no», con fecha 2 de marzo del cte. y nueve días después sucedió la catástrofe en Japón; con recomendaciones, que ahora tienen gran vigor, te anticipaste a todos, creo. Y seguro que aún no te felicitaron, por eso establezco una merecida primicia: TE FELICITO, por tu visión de la realidad y adhiero al lema ¡¡¡Basta de joder con la energía atómica!!!
Muy buena la nota. Somos parte de la naturaleza y nunca deberíamos estar en contra de ella. la madre tierra es nuestra primera casa y no debemos nunca descuidarla. Cambiemos nuestros hábitos de consumo y seamos conscientes de nuestras acciones y reacciones. Abrazo verde al editor. La comparto y la disemino con todo placer!
Gracias Mauro! Veo que estamos en la misma senda, por el bien de todos!
Se han perdido los valores amigo…eso es todo…desde la agresion a la naturaleza, pasando por la agresión a la persona…hasta llegar a la agresion a «la familia», a la sociedad; se han perdido los valores y en este contexto como te dije alguna vez el malo no es malo simplemente esta convencido q hace bien su trabajo…
Por casualidad entré a su blog, hoy Día de la Madre, y le aseguro que me cautivó su realismo en este escrito. Ojalá podamos sumar muchas voluntades como la suya. Saludos.