favaloroUn día llegó una carta que provenía de Jacinto Aráuz, la enviaba su tío, antiguo poblador de aquella zona, en la cual manifestaba que el único médico del lugar estaba muy enfermo y, por ello, debía someterse a un largo tratamiento en Buenos Aires. En consecuencia, la gente de Aráuz buscaba algún  reemplazante, aunque fuere por 2 ó 3 meses solamente, luego se vería cómo lograr una solución más durable. A pesar de todo, la propuesta resultaba interesante para el joven médico, René Gerónimo Favaloro, pues contemplaba la oportunidad de adquirir experiencia y un mayor ingreso con el que podría ayudar a su familia. Por eso durante varias semanas anduvo con esa carta en el bolsillo, le costó bastante decidirse, porque también incidía en su ánimo el hecho de tener que dejar el viejo hospital. (más…)