Archivo para junio, 2013

embotellamiento-por-cicilistas1En la calle es frecuente observar hechos de agresión entre  conductores, casi siempre son de  acción verbal y gestual únicamente, por suerte.  Una gresca se genera sin importar la dimensión  o el estado mecánico de los vehículos que intervienen; y tres condiciones la potencian; una,   el volumen  que hará sentir al conductor del rodado mayor  con  prioridades que le permiten imponer sus razones por la fuerza; dos,  la falta de respeto a las reglas de tránsito y a los modos de una convivencia civilizada; y tres, conductores  a bordo de  cachivaches que aumentan el riesgo.

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venta-de-molinos-de-vientoLa naturaleza brinda su prodigio a todos por igual, no hace distinciones de raza, color, credo, origen o tamaño del bolsillo; sin embargo, el dinero permite compensar algunas “deficiencias” que afectan nuestros gustos y sensaciones. Con el dinero compramos lo que nos hace falta y también las cosas superfluas, banales y hasta nos permite incursionar en el terreno de la lujuria y el juego en considerable escala.  En verdad, muchas cosas logramos con el dinero; pero no todas, porque  con él jamás podríamos alcanzar las razones de un corazón sincero y tampoco la extensión de la vida, por ejemplo, pues estos valores no cotizan en el mercado libre.

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100_0893Apenas  había terminado el campeonato mundial de fútbol del año 1978 en la Argentina,  cuando arribaron a nuestra casa de la ciudad de Córdoba, un matrimonio que eran mis tíos, venían de Buenos Aires y traían a un hombre algo mayor, con rostro lleno de permanente simpatía, porque esbozaba una eterna sonrisa, y se llamaba Mario, él era italiano, familiar de aquellos parientes y había llegado desde su Asti natal pocos días antes.  No lo conocíamos. Casi una semana permanecieron  en nuestro  hogar los tres visitantes, entonces aprovechamos  ese tiempo para llevarlos a conocer diversos lugares que en aquel momento valoramos de mayor interés para ellos y, entre otros, fueron el Estadio del mundial, el centro histórico de la  ciudad, más las localidades de Villa Carlos Paz y  Alta Gracia.

Luego  retornaron a Buenos Aires, desde donde Mario regresó a su país casi dos meses después, dejando en nuestro sentimiento la impronta que lo definía como un gran tipo, por eso, a partir de allí, comenzamos a llamarlo  “el tío Mario”, cada vez que lo mencionamos. (más…)