peon-ruEs una historia real. Transcurría la década del ´70 cuando una familia chacarera, residente en la zona de Luxardo, contrató un peón para que realizara distintas tareas en su campo; él era gringo, medio petiso, de unos 60 años de edad, su cara  muy roja mostraba  los embates del sol y la sangre a flor de piel, con grandes ojos grises y  de mirada penetrante; se llamaba Juan y tenía un alias, le decían “Yuanín  l` mat” (Juancito, el loco). Su personalidad poseía singulares aptitudes, tales como  gran voluntad para el trabajo, sin importar el tiempo y la diversidad de las obligaciones  encomendadas; además de una credulidad  casi ilimitada, en especial sobre temas relacionados con mujeres jóvenes, en este rubro “comía todo lo que le tiraban”. Por eso, nunca faltaron bromistas y “gorros de lana” que le calentaron la cabeza con frondosas ilusiones, donde alguna joven del entorno sería protagonista involuntaria de una novela de amor; aunque, por lo general, ella no participara con su presencia y, a veces, ni siquiera se enteraba del romance; pues todo se elaboraba sólo en la imaginación de Yuanín y de su eventual embaucador. (más…)