Si un lugar es encantador ante nuestros ojos, la extensión del mismo no haría más que agrandar esa sensación de placer en todos nuestros sentidos; cuyos efectos luego se somatizan y, por ello, también nos aseguran bienestar orgánico. Por ejemplo, es normal observar durante un viaje por sitios extraños y llamativos que ningún participante del periplo se queje por un dolor físico o malestar anímico; y los más veteranos hasta de las pastillas diarias se olvidan y todos, absolutamente todos, parecen jóvenes que integran un grupo festivo.

 Cuando trasladamos estas agradables vivencias al ámbito doméstico y desde aquí las extendemos a nuestro país, donde podríamos disfrutar de sus 2.780.400 km2 y, en particular, de paisajes únicos en el mundo; tales como las Cataratas del Iguazú, declarada Patrimonio dela Humanidad por la UNESCO, localizada en la provincia de Misiones y formada por 275 saltos, con una altura máxima de 80m en la garganta del Diablo; (más…)