Dentro de cada familia, la buena salud del vínculo afectivo se convierte espontáneamente en verdadero bálsamo,  que permite solucionar o, por lo menos, moderar todos los hechos negativos de la vida; también  consolida las vivencias positivas,  y da  mayor dimensión a las mismas con la simple participación de todos sus integrantes.

 En consecuencia, la familia unida representa un  séquito, donde cada miembro logrará la contención necesaria que protege y potencia  el entusiasmo de vivir y progresar, por las   posibles soluciones que acerca para cada situación, sean éstas afectivas, económicas o sólo emocionales; pero todas, absolutamente, brindarán  beneficios; lo cual permite una existencia armónica, alegre, fructífera y con garantía de  mayor seguridad en todo momento;  cuyo conjunto  es además una fuente para la  creación, desarrollo y dinamismo de  objetivos que conducen a la realización personal y , de paso, ofrece un volumen apropiado para mejorar la  autoestima de cada uno. (más…)