En el sentido funcional, la vida es simple, pues fluye naturalmente en la existencia misma y también espontánea debería ser la acción de vivirla. Sin embargo, para lograr esta simplicidad, es necesario no desconectar nuestro comportamiento de la naturaleza, porque somos parte de ella y, por lo tanto, inseparables, dado que nacimos para ser  un conjunto indisoluble.

Algunos usos y costumbres nos alejan de la naturaleza porque la vida moderna impone muchas condiciones que impulsan a las personas por un camino de desnaturalización creciente y a ellas son: excesiva  aglomeración poblacional,  violencia social, deterioro de los valores primordiales en la naturaleza humana, tiempos que no alcanzan y largas distancias a recorrer en cada jornada, más el bombardeo publicitario de modelos y productos que para muchos son inalcanzables, con el consecuente deterioro de la  autoestima y la tentación en aumento de abandonar el camino correcto para  lograrlos, porque solo con el trabajo no basta, sumadas las experiencias sociales y culturales de acumular bienes, más que afectos, o emplear éstos, como pretexto, para lograr más bienes todavía. (más…)